lunes, septiembre 12, 2011

jueves, septiembre 08, 2011

¿POR LA CENSURA SE SALVARÁN MÁS ALMAS?



Bien es sabido que en Colombia, los principales canales televisivos tanto RCN como CARACOL censuran tanto sus propios programas como los ajenos, dejando de tratar temas particulares o bien, recortando aquí y allá ciertas escenas que no deben exponerse al público. Un claro ejemplo de ello lo hace el Canal CARACOL con programas televisivos como los Simpson, el cual es recortado aquí y allá cuando su crítica social se hace muy fuerte o simplemente emplean un lenguaje que parece inapropiado para los televidentes. Más aún, cuando no trasmiten programas específicos (El Capítulo donde Homero se hace adicto a la Marihuana medicinal), debido al mal ejemplo que dan los personajes.

Por supuesto, la censura no sólo existe a nivel Colombiano, recuerdo muy bien cuando en un canal de origen peruano censuraron completamente la historia de amor alternativo expuesto en la reconocida telenovela “La Costeña y el Cachaco”, debido quizá a que mostraba una forma de amor inmoral, o que simplemente no podían exponer a dos hombres besandose en pantalla.

Lo cierto del caso es que somos países tercermundistas, donde todo está regido por unas fuertes reglas moralistas y religiosas, en el cual hablar o exponer ciertos temas en la televisión está mal visto y sentido por la sociedad (Para la muestra échenle un ojo a los programas del defensor del televidente). Sin embargo, quienes queremos escaparnos de estos lineamientos adoctrinantes, hemos decidido contratar servicios de televisión privados, con canales que suponemos están libres de estos malestares sociales.

Cuanto he estado equivocado.

Los canales privados en su amplia vastedad también se encuentran sumergidos en ésta misma dinámica para nuestro desconcierto. Las películas son editadas (La siguiente película fue editada para toda la familia), las series son recortadas y eso interfiere en nuestro libre derecho de elegir lo que queremos ver y como lo queremos hacer. Ejemplo de estos casos lo he visto en el canal FOX poniendo distorsiones a las películas, y recortando escenas a diestra y siniestra para que encajen en sus horarios de programación.

Sin embargo, el canal que ahora me tiene haciendo esta denuncia es FX, quien en principio editó series como Padre de Familia y American Dad en su horario estelar, pero que al cabo de unos días, eran retransmitidos en su propio idioma y sin censura. Algo bueno para quienes hemos aprendido o al menos mejorado poco a poco nuestro entendimiento del idioma de los gringos.

Sin embargo, fue con Spartacus donde la situación se salió de proporciones. La serie polémica en USA fue editada completamente por este nuestro canal, evitando las escenas más viscerales de violencia, así como las escenas de desnudos, características de la empresa STARZ, productora de la serie. Muchos dirán que tiene que ver con la protección a los televidentes menores de edad, con que estas escenas no distorsionan en nada la esencia de la narración y que en fin, lo hacen para nuestra propia protección.

Digo Yo, si un menor de edad se halla a las once de la noche viendo series con contenido violento, ¿Es culpa de la empresa, de los demás televidentes o de la familia del menor quien debe controlar los programas que ve y los horarios en los cuales lo hace? Saquen sus propias conclusiones.

Por supuesto, existe otra solución o punto de vista de este mismos fenómeno. Puede ser todo un muy elaborado plan para que los interesados en buscar series limpias, libres de edición y películas salidas tal cual de la mente del director, tengan que meterse las manos al bolsillo y terminar pagando unos pesos más para pagar los paquetes Premium de HBO y MOVIECITY. Que la libertad de ver lo que quieras deba ser pagado por tu propio bolsillo.

Desafortunadamente como mi presupuesto no alcanza para atender al llamado de los paquetes Premium, no puedo confirmar en que medida las películas son o no editadas y formateadas para el APTO PARA TODA LA FAMILIA, así como si las series son presentadas limpias o ya vienen arregladas para el entretenimiento familiar.

Por el momento y con el dolor del alma, abandono al Spartacus de FX, y me sumerjo en la aventura que brindan tantas páginas en Internet de visualizar series y películas libres de los atamientos que la sociedad moralista y Tercemundista de Latinoamérica quiere imponerme.

Capandres