TE INVITAMOS A SER PARTE DE UNA NUEVA SOCIEDAD COLOMBIANA.
Como nosotros los que no somos uribistas somos muy dados a dejar que las cosas ocurran (mientras ellos sí se mueven, sí hacen campaña etc.), algunas personas estamos proponiendo: "hacer una cadena de votantes", la cual consiste en que cada persona que votó por el Polo garantice cuatro votantes más de la gran masa de indecisos o poco interesados en las elecciones.
Tenemos un amplio segmento de abstencionistas para trabajarlo y convencerlo mediante argumentos democráticos. El lema podría ser:
Como nosotros los que no somos uribistas somos muy dados a dejar que las cosas ocurran (mientras ellos sí se mueven, sí hacen campaña etc.), algunas personas estamos proponiendo: "hacer una cadena de votantes", la cual consiste en que cada persona que votó por el Polo garantice cuatro votantes más de la gran masa de indecisos o poco interesados en las elecciones.
Tenemos un amplio segmento de abstencionistas para trabajarlo y convencerlo mediante argumentos democráticos. El lema podría ser:
"POLO A TIERRA, PARA SEMBRAR ESPERANZA Y COSECHAR DEMOCRACIA REAL.
CUATRO VOTOS MÁS POR CADA VOTANTE DEL POLO".
CUATRO VOTOS MÁS POR CADA VOTANTE DEL POLO".
Bueno, como ustedes son excelentes jefes de campaña y tienen muchos amigos interesados en apostarle a un Estado más incluyente, equitativo y respetuoso de los Derechos Humanos.
Las dos figuras de la próxima contienda electoral serán Carlos Gaviria y Álvaro Uribe. El maestro y el alumno. Vueltas las que da la vida.
Los otros candidatos posiblemente irán desdibujándose para terminar enfrentadas las posiciones de derecha encarnadas por el presidente Uribe y las de centroizquierda por el constitucionalista Carlos Gaviria.
Gaviria le ganó a Navarro en la consulta interna del Polo Democrático por no representar la izquierda radical y por haberse siempre opuesto a la lucha armada como alternativa de poder. Sus votantes mandaron un mensaje claro: "quieren un nuevo referente en la política del país, un referente fresco y nuevo". Gaviria se acerca mucho más a esa izquierda moderna que lucha por los derechos de la mujer, de los gays, de los indígenas, de la causa ambiental, de la batalla contra el hambre y por la dignidad de la gente; habla de redistribución de la riqueza y de enfrentar la guerra por el camino de la negociación política y no sólo de las armas. Ideas que insistió en volver realidad jurídica desde la Corte Constitucional.
Sacó adelante la Ley de Cuotas que le abrió camino a la participación equitativa de la mujer en cargos públicos. Defendió múltiples tutelas dirigidas a la defensa del principio constitucional del libre desarrollo de la personalidad, planteando, incluso, el debate alrededor del consumo de dosis personal de Estupefacientes. Se ha enfrentado a la jerarquía eclesiástica por apoyar la libertad de culto y la eutanasia, asociada al derecho a morir dignamente, esa voluntad última del ser humano para disponer de su vida en casos de enfermedades terminales y evitar un mayor sufrimiento.
Sin titubeos, recién elegido candidato del Polo, defendió en televisión el derecho de las parejas homosexuales a su reconocimiento jurídico abogando para que esta convivencia tenga consecuencias patrimoniales similares a las uniones heterosexuales, así como el aborto en casos específicos, cuando el embarazo es producto de una violación, o si éste pone en riesgo la vida o la salud de la mujer o si el feto presenta malformaciones severas. Banderas por lo demás, similares a las que ha impulsado con gran popularidad el socialista Rodríguez Zapatero en España y que en Colombia pueden calar entre los jóvenes y entre aquella población que conforma el llamado voto de opinión, ausente en las elecciones legislativas marcadas por el alto abstencionismo, pero que cuando decide expresarse modifica resultados.
El Presidente-candidato está en contravía de estos planteamientos. Prefiere vivir en una sociedad homogénea, regida por jerarquías autoritarias, en las que unos tienen la razón y el poder para imponérselo a los otros y donde hay verdades absolutas a la hora de pensar y de actuar. Gaviria y Uribe son, pues, como el agua y el aceite, y por esto tendría gran interés el debate de fondo alrededor de temas fundamentales en la Colombia del Siglo XXI.
Para que el maestro y el alumno puedan estar de nuevo frente a frente, pero esta vez no en el salón de clases sino en la plaza pública, de cara a los colombianos, en el corazón del debate presidencial, te invitamos a que nos acompañes con tu voto por CARLOS GAVIRIA, en las próximas elecciones presidenciales.
NO LO HAGAS SOLO POR TI, PIENSA EN UN BUEN FUTURO PARA EL PAIS.
Si aun no estas convencido visita su sitio web y dinos ahora que opinas?
Capandres
Las dos figuras de la próxima contienda electoral serán Carlos Gaviria y Álvaro Uribe. El maestro y el alumno. Vueltas las que da la vida.
Treinta años después, los debates que nacieron en la clase de Constitucion en la Facultad de Derecho de la Universidad de Antioquia, toman forma pública. Desde entonces sostienen posiciones encontradas frente a las libertades individuales, la democracia, la relación entre autoridad y sociedad, la resolución de conflictos, el estado social de derecho. El profesor, hoy candidato presidencial, admirado por Álvaro Uribe y cuyo nombre impulsó en el Senado para que fuera magistrado de la primera Corte Constitucional, fracasó en su intento de transmitirle una visión de país basado en la igualdad de oportunidades, en el respeto a los derechos individuales, en la defensa de la institucionalidad, por encima de las imposiciones arbitrarias y de autoridad, en fin, en la construcción de un Estado garantista como el que quedaría luego plasmado en la Constitución de 1991.
Los otros candidatos posiblemente irán desdibujándose para terminar enfrentadas las posiciones de derecha encarnadas por el presidente Uribe y las de centroizquierda por el constitucionalista Carlos Gaviria.
Gaviria le ganó a Navarro en la consulta interna del Polo Democrático por no representar la izquierda radical y por haberse siempre opuesto a la lucha armada como alternativa de poder. Sus votantes mandaron un mensaje claro: "quieren un nuevo referente en la política del país, un referente fresco y nuevo". Gaviria se acerca mucho más a esa izquierda moderna que lucha por los derechos de la mujer, de los gays, de los indígenas, de la causa ambiental, de la batalla contra el hambre y por la dignidad de la gente; habla de redistribución de la riqueza y de enfrentar la guerra por el camino de la negociación política y no sólo de las armas. Ideas que insistió en volver realidad jurídica desde la Corte Constitucional.
Sacó adelante la Ley de Cuotas que le abrió camino a la participación equitativa de la mujer en cargos públicos. Defendió múltiples tutelas dirigidas a la defensa del principio constitucional del libre desarrollo de la personalidad, planteando, incluso, el debate alrededor del consumo de dosis personal de Estupefacientes. Se ha enfrentado a la jerarquía eclesiástica por apoyar la libertad de culto y la eutanasia, asociada al derecho a morir dignamente, esa voluntad última del ser humano para disponer de su vida en casos de enfermedades terminales y evitar un mayor sufrimiento.
Sin titubeos, recién elegido candidato del Polo, defendió en televisión el derecho de las parejas homosexuales a su reconocimiento jurídico abogando para que esta convivencia tenga consecuencias patrimoniales similares a las uniones heterosexuales, así como el aborto en casos específicos, cuando el embarazo es producto de una violación, o si éste pone en riesgo la vida o la salud de la mujer o si el feto presenta malformaciones severas. Banderas por lo demás, similares a las que ha impulsado con gran popularidad el socialista Rodríguez Zapatero en España y que en Colombia pueden calar entre los jóvenes y entre aquella población que conforma el llamado voto de opinión, ausente en las elecciones legislativas marcadas por el alto abstencionismo, pero que cuando decide expresarse modifica resultados.
El Presidente-candidato está en contravía de estos planteamientos. Prefiere vivir en una sociedad homogénea, regida por jerarquías autoritarias, en las que unos tienen la razón y el poder para imponérselo a los otros y donde hay verdades absolutas a la hora de pensar y de actuar. Gaviria y Uribe son, pues, como el agua y el aceite, y por esto tendría gran interés el debate de fondo alrededor de temas fundamentales en la Colombia del Siglo XXI.
Para que el maestro y el alumno puedan estar de nuevo frente a frente, pero esta vez no en el salón de clases sino en la plaza pública, de cara a los colombianos, en el corazón del debate presidencial, te invitamos a que nos acompañes con tu voto por CARLOS GAVIRIA, en las próximas elecciones presidenciales.
NO LO HAGAS SOLO POR TI, PIENSA EN UN BUEN FUTURO PARA EL PAIS.
Si aun no estas convencido visita su sitio web y dinos ahora que opinas?
Capandres