Últimamente debido a mi nuevo trabajo de medio tiempo, atendiendo en un micro-mercado, he descubierto un suceso muy importante dado en los hombres de la sociedad santandereana y que talvez sea un suceso dado en toda la cultura latinoamericana: La relación alcohol y el afecto de los hombres.
Vivimos en una cultura machista y conservadora que por años ha vetado que los hombres expresen sus sentimientos, muchas veces alentados por las mismas mujeres; abuelas, tías, madres y hermanas que acostumbran decir durante la infancia: “los hombres no lloran”, “los hombres en la cocina huelen a mierda e gallina”, “los machos no sienten”, generando en los varones esa sensación de que expresar afecto está mal visto, pues son sentimientos claramente femeninos, y todo lo femenino en un hombre demuestra debilidad y aún más, lo convierte en marica.
El problema de esta crianza es que los hombres son seres humanos llenos de sentimientos, a pesar de que siempre y a toda hora los mantengan a raya para no afectar su masculinidad. Y lo gracioso es que las mujeres lo aprueban de esa manera, un hombre que llore viendo Titanic junto a su novia, no es un hombre completo y puede ser victimizado por la misma mujer, quien a pesar de la revolución femenina y su igualdad con el género masculino, prefiere un hombre serio, macho y caballeroso. Por algo dicen que el hombre tipo metro-sexual es una moda pasajera, las mujeres los prefieren machos y es que su mismo código genético así lo reclama. El macho más fuerte es quien ayudará a defender a sus crías de la mejor manera.
Sin embargo, existe un escape o al menos una salida a la presión que ejerce la sociedad sobre lo que deben o no sentir los hombres: El alcohol. El alcohol es un intoxicante y desinhibe al ser humano de todas esas capas de enseñanza y culpa con las cuales conviven a diario, y les permite expresarse y manifestar los sentimientos que siempre llevan guardados. Por algo dicen que a muchos hombres borrachos “se les moja la canoa” y es que simplemente expresa lo que siente: que quiere a sus amigos y que aman a sus hijos.
Es curioso este proceso, pero lo he visto de cerca y puedo decir que el hombre se siente libre y feliz al estar alcoholizado porque puede manifestarse sin sentir señalamiento de algún tipo. Un claro ejemplo es cuando llegan a beber con sus amigos y muchas veces hijos, y a medida que se embriagan empiezan a soltarse hasta llegar al final en el cual se dicen entre ellos que se quieren, e incluso se abrazan sin que esto sea mal visto. El hombre debe recurrir al alcohol para poder expresar lo que siente sin que sea mal visto. Un hombre que abraza a otro hombre es señalado, pero cuando lo hacen dos hombres borrachos, de alguna manera pierden este señalamiento, e incluso es admitido, debido a que esos sentimientos siempre están en el fondo pero solo así pueden dejarlos salir.
Talvez sea esta la razón por la cual hay altas tasas de alcoholismo y afecta principalmente a los hombres, porque se convierte en su válvula de escape para poder expresar todo lo que guardan dentro y seguir siendo así, los hombres machos de los cuales requiere la sociedad.
CAPANDRES
1 comentario:
Toda razón. Estoy de acuerdo con lo postulado de la relación hombres/alcohol.
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