El siguiente pertenece a una serie de relatos en los cuales tómo como personajes a mis amigos de la universidad. !Espero que no me demanden por esto!
EXAMEN ANTICIPADO
(Casi basado en hechos reales)
~ ¡NO! No me parece. Ella nunca haría algo así. Ella es una buena maestra. Creo que si le decimos que nos aplace el parcial tan solo un día, no habrá mucha diferencia. ¿No creen? La voz de Natalia, una chica menuda de rostro sonrosado y cabello castaño, había sonado rompiendo un silencio tenso.
~ Pues no se… podría haber posibilidad. Debemos apelar a su conciencia; esta sería la única forma de ganar un día más de tiempo. Sofía había hablado. Su talante serio había relucido al hablar, y contrastaba notablemente con su rostro canela y cabello ondulado.
~ Personalmente debo decirles que no creo que eso ocurra. Ella estaba bastante enojada, pues dijo que todo había sido planeado para hoy. Así que dudo mucho que cambie de opinión. Comentó de forma casual Roberto, quien había alejado sus ojos del libro. El era un chico de cuerpo menudo, pero de grandes caderas y cabello negro.
~ ¡AHH! Grito Marcela. ¿QUE VOY A HACER? Solo estudie un libro, y el otro ¿EL OTRO? AHHH! ¿Que voy a hacer? Su mirada por un momento pareció desquiciada, haciendo que sus ojos pareciesen más grandes de lo que aun eran. Tenía el cabello recogido, ya que este era muy largo y negro, pero ante este arrebato se había soltado y caído sobre su hombro.
Ante el grito todos los que transitaban por el pasillo de la biblioteca volvieron su vista.
~ ¡Este no es un lugar donde se pueda gritar jovencita! Reprochó la bibliotecaria alarmadamente quien se había acercado ante grito. - Por favor silencio. No me haga pedirle que desaloje la sala.
~ Lo lamento… Marcela se encogió sobre su libro.
La mujer se alejó dándole una mala mirada al grupo, donde ninguno tuvo el valor de levantar la vista.
~ Mi única esperanza, es que caiga una tormenta eléctrica y ocasione un apagón. Ciertamente es la única salida que le veo a la situación. Finalmente habló Cesar, quien se había mantenido al margen de la conversación tratando de aprender 50 años de historia en seis horas. Su gran cuerpo hacia juego con su rostro redondo.
~ Por favor estudien, si es que acaso quieren aprobar la materia. Gruño Roberto, molesto por esta nueva interrupción.
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~ Pero, por favor profe, please. Nos dijeron que el examen era mañana no hoy. Nadie esta preparado. Natalia con su tacto trataba de convencer a la maestra de que nos diera un poco mas de plazo.
~ Pero jovencita acabamos de llegar de vacaciones, como puede pedirme eso. Además cual es la diferencia de un día a otro. ¿Acaso en una noche pueden aprenderse todo eso? ¡JA! El gesto de burla que se dibujo en el rostro de la maestra era una clara señal de que la oportunidad se habia ido por el caño.
~ Pues entonces podemos hacernos en parejas. Profe los libros son muy grandes. ¿Si? El rostro ansioso que mostraba Natalia, causó desconcierto en los ojos de su maestra, quien después de pensarlo brevemente le dio la afirmación con la cabeza.
~ Gracias profe, gracia.
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EN LA IMAGEN: AL FONDO NATALIA, UN POCO MAS ADELANTE IVONNE (NO PARTICIPO AQUEL DIA),LA PRIMERA SILVIA Y EL CHICO ES ROBERTO.
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Ahora el aula estaba atestada y cada cual tenía un compañero como pareja. Natalia estaba con su amiga Silvia, quien aquella mañana casi había sufrido un paro cardiorrespiratorio cuando supo la noticia que el examen era aquel día. Marcela, quien toda la tarde se había mostrado muy asustada, a ultima hora había logrado pactar a pedro, un amigo y estaba ahora discutiendo que tanto sabia uno y que tanto sabia el otro. Sofía por su parte, se hallaba junto a Julián, un personaje con quien había tenido algo alguna vez en el pasado. Aunque nadie en el grupo supo con exactitud hasta que punto había llegado ese algo, nadie se atrevió a preguntarle. Sofía era muy bien reconocida por su fuerte carácter, que a veces desembocaba en mal genio. Finalmente los dos últimos que estaban presentes aquella tarde de estudio Express, es decir Roberto y Cesar, habían hecho un pacto. Roberto quien había estudiado la mitad del tema del examen a esas alturas, prometía ayudar a pasar Cesar si le perdonaba las deudas monetarias que tenía con él. Cosa que irremediablemente Cesar aceptó ante la inminente posibilidad de perder aquel examen; pues no se había dedicado a estudiar para dicho examen sino hasta aquel mismo día. Una maña muy vieja que parecía no poder quitarse de encima.
~ Muy bien, ya que están todos en sus puestos y en parejas procedemos a iniciar el examen. Dijo alegremente aquella mujer bajita, quien en esos momentos tenia una mirada divertida al ver a todos con una expresión de susto en sus rostros.
Procedió a transitar grupo por grupo entregándoles una hoja donde estaban las correspondientes preguntas del examen. Un murmullo recayó sobre el salón mientras hablaban los alumnos, preguntándose el uno al otro cual sabía tal o cual pregunta.
~ Por lo menos las preguntas son sencillas. Comentó Roberto a Cesar quienes se hallaban en la mitad del salón, justo detrás de Natalia y Silvia.
Dos puestos más allá, Marcela y Pedro mantenían una acalorada y murmurante discusión, al hacer la repartición de las preguntas. Sofía que se hallaba al otro costado del salón, le murmuraba contenta a Julián que sabía dos preguntas con completa exactitud:
~ ¡Si! Es precisamente este capitulo el que mas me gusto. Yo sabía. Siempre estudio lo que la profesora va a preguntar.
En el resto de alumnos del salón, las miradas nerviosas iban y venían, y aunque habían ya varias parejas repartiendo sus preguntas, la angustia estaba a flor de piel.
Como siempre ocurre cuando estas muy ocupado media hora corrió rápidamente.
~ ¿Qué horas tienes? Roberto le pregunto a un desesperado Cesar quien no había encontrado el momento de sacar parte de los resúmenes de su bolso, para proceder a realizar el último acto, el mas vil de todos. Hacer copia en un examen.
~ Las siete y cinco. Contesto el otro, mientras un chorro de sudor le bañaba la frente.
Aun cuando caía fuera una espectacular tormenta eléctrica que había iniciado pocos minutos antes; el calor dentro en el aula era insoportable.
~ Muchos cerebro trabajando. Le murmuro, Silvia a Natalia - Por eso es que el calor es tan impresionante.
Más allá se oía en el salón el murmullo de otra pareja.
~ ¡No, eso no es! Le murmuraba Julián a Sofía, quien le dedico una mirada dura y tan solo borró lo que había escrito y prosiguió.
En otro de los grupos, el cerebro de Marcela era una completa oración. ~ Gracia a Dios, Gracias a Dios. Pensaba Marcela cuando vio como Pedro desarrollaba el examen completamente convencido. - Gracias a Dios, por lo menos pasare este examen.
~ ¡Bueno les aviso que les queda cuarenta y cinco minutos! Bramó la profesora, tratando se hacerse oír, pues el ruido de la lluvia era muy fuerte.
~ !Ya casi! ¡Ya casi! Murmuraba Cesar entre los dientes, mientras sacaba un paquete de hojas de su bolso, el cual estaba colgado de la parte posterior del puesto delantero ~ ¡Si! Ah. Listo. Dijo a Roberto quien no había dejado de reprocharle por esto, aunque éste estaba convencido de que era esta la única manera si querían aprobar aquel examen.
Un rayo particularmente luminoso cubrió el salón y un momento después con el estruendoso trueno, se fue la energía. El murmullo que cubría el salón, pronto se hizo mas poderoso y ahora era la profesora quien trataba de hablar por sobre todas la voces y el aguacero del exterior.
~ ¡Silencio! ¡Silencio! Gritaba la pequeña maestra. - Esperemos un momento a que llegue la luz, no creo que se tarde.
Pero la percepción de todos era que esto no iba a ocurrir pronto, pues a lo largo de la vista que se podía apreciar por los ventanales del salón, parecía que la luz se había ido en toda la ciudad. Las voces ahora dentro eran mas claras, unas preguntaban si sabían tal o cual pregunta, otras maldecían porque se había ido la corriente eléctrica y solo pequeña porción permanecía callada y sentada.
~ ¿Y ahora que? Preguntó Marcela a su compañero. ¿Qué vamos a hacer?
~ Ni idea. Creo que podemos entregar esto así, o aplazar el examen para mañana. Dijo Pedro no muy convencido de sus propias palabras.
Aunque la oscuridad era total, ahora varia siluetas se podían apreciar en el salón. Algunos sentadas, algunas siluetas de pie o saliendo a la puerta y esperando a que se presentase nuevamente la profesora para que les dijera que debían hacer.
~ ¡Hay viene! ¡Hay Viene! Gritó una voz y todos procedieron a sentarse y a mantenerse callados.
~ Bueno, según parece, Dijo la maestra, esto va para largo ya que toda la ciudad quedo sin energía, así que me veo en le necesidad de posponer el examen para mañana.
Al decir esto volvió su rostro hacia el lugar donde sabia se encontraba Natalia.
~ Los espero pues mañana, bien estudiados ya que no va a ser en parejas. Que tengan una muy buena noche.
Tras estas palabras, tomó unas carpetas de su escritorio y salio de salón al parecer con una especie de sonrisa en los labios, aunque no estuvieron muy seguros ya que la oscuridad lo impedía. Todos se levantaron de sus puestos disgustados, Marcela nuevamente se oía gritando:
~ ¿Y ahora que voy a hacer?
Con las hojas de examen en una mano y los resúmenes listo para hacer copia en la otra, Cesar no dejaba de sentirse defraudado y molesto.
~ ¿Por qué precisamente cuando había logrado sacar las fotocopias para copiar? ¿Por qué?
Roberto quien estaba a su lado, se mantuvo un momento callado observándolo detenidamente y entonces le habló:
~ Por favor la próxima vez no vuelvas a abrir la boca. Dijo amargamente recordando el comentario que había dicho aquella tarde en la biblioteca.
Y sin ninguna otra razón se levantó de su sitio y se alejó enojado.
CAPANDRES
26 DE JULIO 2005
