Por diversos medios se está haciendo circular un fragmento de una conversación telefónica graba el 4 de julio de 2007 entre un interlocutor anónimo, hasta la fecha no identificado, y el Rector de la Universidad, en la cual se pretende establecer una relación de colaboración del Rector con organizaciones de delincuentes.
La grabación fue premeditadamente manipulada para sacarla de contexto y con ello poner en entredicho la probidad del representante legal y primera autoridad ejecutiva de la institución.
Sobre el particular, el Rector considera necesario, en este momento, hacer las siguientes precisiones:
La conversación telefónica efectivamente tuvo lugar en la fecha indicada y fue grabada en la rectoría de la Universidad, con el apoyo de personal técnico al servicio de la institución, y siguiendo las precisas instrucciones de las autoridades competentes, que desde el principio habían sido enteradas de la situación por el mismo rector, como es su deber.
La respuesta del Rector al interlocutor anónimo, referida a hecho que para entonces ya eran ampliamente conocidos, fue deliberadamente dilatoria. Se trataba, no de entregar información exigida con veladas intimidaciones por parte del interlocutor anónimo, sino de acopiar información para que las autoridades adelantaran las investigaciones respectivas.
Extrañamente, el interlocutor anónimo no continuó con los contactos que había prometido hacer para recibir la pretendida información, con lo cual no fue posible acopiar mayores datos de la procedencia de la fuente y por ende del posible acto delictivo.
La grabación fue puesta en conocimiento de las autoridades y no de la comunidad universitaria en general, porque el interlocutor no estaba identificado y porque lo procedente en estos casos es formular la correspondiente denuncia legal. De hecho, aun en el momento y las circunstancias actuales, se debe mantener la debida reserva de la información detallada.
Frente a las extrañas circunstancias de tiempo, modo y lugar en el que ahora aparece la grabación, el Rector solicitó ante las autoridades abrir una investigación para que se aclare la responsabilidad penal y disciplinaria en que pudiera verse incurso.
El Rector no acepta este tipo de manipulaciones que pretenden vincularlo con actos deshonestos que no solo son atentatorios contra la integridad y la dignidad personal sino, lo más importante, contra la institucionalidad.
Como persona y como universitario rechazo cualquier injerencia de fuerzas al margen de la ley dentro del ámbito de la Universidad.
A pesar de las manipulaciones malintencionadas, manifiesto a la comunidad que mantengo con serenidad y tranquilidad de conciencia mi firme compromiso para seguir sirviendo a la institución.
Jaime Alberto CAMACHO PICO La grabación fue premeditadamente manipulada para sacarla de contexto y con ello poner en entredicho la probidad del representante legal y primera autoridad ejecutiva de la institución.
Sobre el particular, el Rector considera necesario, en este momento, hacer las siguientes precisiones:
La conversación telefónica efectivamente tuvo lugar en la fecha indicada y fue grabada en la rectoría de la Universidad, con el apoyo de personal técnico al servicio de la institución, y siguiendo las precisas instrucciones de las autoridades competentes, que desde el principio habían sido enteradas de la situación por el mismo rector, como es su deber.
La respuesta del Rector al interlocutor anónimo, referida a hecho que para entonces ya eran ampliamente conocidos, fue deliberadamente dilatoria. Se trataba, no de entregar información exigida con veladas intimidaciones por parte del interlocutor anónimo, sino de acopiar información para que las autoridades adelantaran las investigaciones respectivas.
Extrañamente, el interlocutor anónimo no continuó con los contactos que había prometido hacer para recibir la pretendida información, con lo cual no fue posible acopiar mayores datos de la procedencia de la fuente y por ende del posible acto delictivo.
La grabación fue puesta en conocimiento de las autoridades y no de la comunidad universitaria en general, porque el interlocutor no estaba identificado y porque lo procedente en estos casos es formular la correspondiente denuncia legal. De hecho, aun en el momento y las circunstancias actuales, se debe mantener la debida reserva de la información detallada.
Frente a las extrañas circunstancias de tiempo, modo y lugar en el que ahora aparece la grabación, el Rector solicitó ante las autoridades abrir una investigación para que se aclare la responsabilidad penal y disciplinaria en que pudiera verse incurso.
El Rector no acepta este tipo de manipulaciones que pretenden vincularlo con actos deshonestos que no solo son atentatorios contra la integridad y la dignidad personal sino, lo más importante, contra la institucionalidad.
Como persona y como universitario rechazo cualquier injerencia de fuerzas al margen de la ley dentro del ámbito de la Universidad.
A pesar de las manipulaciones malintencionadas, manifiesto a la comunidad que mantengo con serenidad y tranquilidad de conciencia mi firme compromiso para seguir sirviendo a la institución.
Rector UIS
Bucaramanga, 2 de mayo de 2009
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