martes, enero 11, 2011

ARCO IRIS EN EL TIEMPO


Como he publicado anteriormente, Gonzalo García Valdivieso es un bumangués-rolo, quien no teme, o por lo menos, ya no, a decir ciertas cosas sobre la homosexualidad en Colombia.

En 2006 publicó un libro, la mayor parte retomando artículos publicados en el periódico el Tiempo, y otros más, donde habla a calzón quitaó del como, porque y de qué de ser un marica en Colombia.

Aquí extraje una serie de apartados, interesantes y graciosos de su obra, donde con su típico humor y sarcasmo, aderezado con un aroma político, se pone en la primera fila y como carne de cañón atacando a todo y a todos. Algo que siempre es necesario, pero conlleva a esos problemas de tipo “calumnia” o de tipo “amenaza”.

Sin embargo, sigue en el país, lo que me hace pensar que sus desvaríos de marica, parece que no les toca a los grandes y omnipresentes jerarcas del estado y de la iglesia. O eso parece, o nos hacen creer.

Siempre me vistieron como empleado de funeraria: nada de camisas floreadas ni zapatos confinados; pantalones ajustados; ni pensar; medias blancas ni en la imaginación: “media blanca, pantalón oscuro, maricón seguro” Pág. 16

Además, el que no salga del closet tiene que saber que su único premio será una lápida que diga: “sufrió, se sacrificó, nunca lo probó, rogad por él… y chupe por marica” Pág. 26

Además, que nuestro Divino nos regale dignidad y orgullo, porque un gay colombiano godo, camandulero, agringado, uribista y opusdeísta sería un esperpento; o como diría la presa del antropófago alemán: mátame, descuartízame, chúpame, cómeme y luego condéname a tu congelador. Pág. 35

A lo mejor, Hitler no hubiera sido Hitler sino un rabino supergay, si hubiera aceptado su herencia judía y su tendencia sexual. Pág. 50

Se llamaba Laureano Gomez: despreciaba a los negros, consideraba inferiores a los indios y a los mestizos, y para él, los zambos y los mulatos eran obra del diablo (ver su conferencia sobre “interrogantes sobre el progreso en Colombia”) Pág. 50

Su homoculillo consiste en creer que si se les permite a los homosexuales asumirse como tales, el resto de la sociedad masculina se va a obsesionar con falos y traseros, y se va a convertir en un montón de maquillados y entalonados, sin entender que la homosexualidad no se pega, no es viral, no es una epidemia, y no se escoge: se es marica y basta. Uno no se convierte, pero tampoco deja de serlo. Están convencidos de que somos como brujas madrinas que con nuestros falos mágicos vamos afeminando y acobardando a todo hombre como por encanto. Pág. 53

Hasta en las reuniones de padres de familia nos tienen terror los hetero marchistas; ellos y sus esposas aún piensan que lo gay se contagia, se pega, que con sólo una agachadita frente a nosotros, el trasero de sus machos puede cambiar de oficio. Pág. 64

Para el imán Mohammed Ibrahim, el 90% de los hombres musulmanes ha sentido deseo de tener una relación homosexual, debido a la dificultad de relacionarse con mujeres. Pág. 71

Hoy por hoy la palabra marica ya no se utiliza como sinónimo de homosexual; en la actualidad los menores de 40 años le dan a este término múltiples significados. Puede ser sustantivo o adjetivo, puede reemplazar el nombre de la persona o, de acuerdo con la frase, puede utilizarse como expresión de cariño o también, dependiendo del tono de voz y de cómo se acentúe la palabra, puede tener un significado peyorativo como tonto, estúpido, pelotudo, carente de sentido común: “oiga marica”, “genial marica”, “usted si es mucho marica”. Pág. 76

Ya sabía, a los 12 años, como muchos de nosotros, que el hacerlo con un cura era muy seguro, porque su condición de religioso y la gravedad del hecho le impedía publicar el pecado; en cambio, si la embarraba con un compañero, mi homosexualidad iba a ser el tema de todo el colegio. Pág. 84

Así que: rey norteamericano. Enmanuel preclaro. Vamos a tu seno. Uribe tu esclavo. Llévanos contigo. Todos transformados.

¡ven a nuestras almas!

¡Ven no tardes tanto!

Ven salvador nuestro!

Ya somos castrados

pág.87

El suicidio se ha convertido en la tercera causa de muerte entre jóvenes de 15 a 24 años. Uno de cada tres individuos que intenta suicidarse es homosexual o bisexual. Pág. 97

Mis experiencias de niño y adolescente fueron tan traumáticas como las de la mayoría de los homosexuales. Hechiceras, rezos, exorcismos, escenas de victimización, niñas de la vida alegre y del servicio doméstico formaron parte de mi proceso de heterosexualización. Nunca olvidaré que a los 13 años, cuando decidí, por primera vez, confesar que me encantaba el profesor de algebra, fui expulsado de la iglesia de la porciúncula sin ser perdonado, dizque por cometer el peor pecado contra la naturaleza. Eso sí, sólo después de que el curita me exigiera que le contara con pelos y señales mi erotismo con el matemático. Pág. 98

Ya sabemos que estas clases seguirán al pie de la letra los mandamientos de Benedicto XVI: la mujer jamás debe lograr la igualdad dentro del catolicismo; la iglesia no puede cambiar a medida que cambian las costumbres; el respeto por la diversidad es un argumento de las ONG comunistas; la iglesia católica, apostólica y romana es la única poseedor de la verdad y la redención; para los ricos es la Tierra, y para los desposeídos, el reino de los cielos; la ciencia es una confabulación contra la Fe, y, lo mas importante, el sexo es el peor de los pecados.

Fidel Castro, en un evento diplomático, pregunto a los chinos de Mao Zedong que política aconsejaba para enfrentar el tema de los homosexuales. La respuesta fue: “Ya no tenemos ese problema, los fusilamos a todos”. Pág. 117

En Colombia, el Moir, el partido comunista y algunas organizaciones de izquierda todavía mantienen una actitud de repudio frente a nosotros, pero los más homófonos de todos han sido nuestros grupos guerrilleros, supuestamente de orientación marxista; ellos han torturado y ejecutado gays, lesbianas y portadores del sida en el Meta y Catatumbo por considerarlos la “escoria de la sociedad”. Pág. 117

Afortunadamente, cardenal López Trujillo, la iglesia católica es mucho más que su jerarquía. Estoy seguro que usted oyó a su abuelita decir que “lo grandioso de la iglesia es que el clero no ha podido acabar con ella”. Gracias diosito linto, por no haber coronado sumo pontifice a monseños “condones”. Y cuéntenos: con un 30% del clero homosexual, ¿ya tuvimos papa gay? Pág. 124

¿Cómo explican ustedes la proliferación de tantos servicios y productos que se ofrecen a nuestra comunidad? Otro producto que consumimos en grandes cantidades, por si acaso, es religión. Seguimos rezando, a sabiendas de que tenemos el infierno pegado al trasero. Pág. 130

Que no me vengan con el cuento de que al dios verdadero le dan lo mismo un miembro activo del Ku Klux Klan, un jefe guerrillero de las FARC, el ex presidente nuclear Harry Truman o el ex presidente yugoslavo Slodovan Milosevic, que una loquita neoyorquina cuyo único pecado ha sido haberse llevado a la cama a uno que otro musculoso de la calle 42 con broadway. Pág. 132

Una lectura recomendada si tienes unos minutos de ocio y no te molesta el sarcasmo.

Capandres