miércoles, noviembre 30, 2011

Y yo grito: ¿HASTA CUÁNDO?


Re-Post de mi amiga y escritora Nimphie Knox





Esta hermosa criatura que ven en el video se llamaba James Hubley y tenía quince años. Si no se hubiese suicidado el sábado 8 de octubre, hoy ya tendría dieciséis. Jamie sufría de acoso escolar desde la primaria, cuando comenzó a practicar patinaje artístico: sus compañeros intentaban hacerle tragar pilas en el autobús. El acoso continuó en el secundario, a pesar de que sus padres (era hijo de un concejal de Ayuntamiento de la localidad de Kanata, Ontario) lo cambiaron de escuela.

Su padre habló con la BBC y dijo lo siguiente:
“Jamie era el tipo de chico que quería a todo el mundo. No podía entender por qué todo el mundo era tan cruel con algo tan simple como el patinaje artístico. Solo quería que alguien le quisiera. Eso es todo. ¿Qué hay de malo en ello? ¿Por qué la gente tiene que ser tan cruel con nuestros hijos, cuando lo único que quieren es ser amados?”
Una amiga suya decía que Jamie quería tener novio y que siempre le pedía que le buscara un chico. Yo estoy absolutamente segura de que Jamie no era el único chico gay de su colegio, pero ¿cómo vivir abiertamente una orientación sexual homosexual cuando tenés una banda de pendejos de mierda que te tratan de "marica"? ¿Qué muchacho de 15, 16, 17, 18 años se habría atrevido a ser tan valiente como Jamie?

Y lo que más me jode es que muchas personas vendrán con la actitud de "y bueno... son chicos". ¡No! Yo creo (y pueden estar en desacuerdo conmigo, por supuesto, tienen todo el derecho)... yo creo que el acoso no es de ninguna manera justificable. Esos chicos tuvieron la mala suerte de ser educados por la homofobia, pero ya tenían 15 años y creo que todos a los 15 años sabíamos diferenciar el bien del mal. Esos chicos también han sido víctimas, es cierto: porque ahora llevan en su conciencia la muerte de Jamie y ¿quién podría dormir con el suicidio de un niño flotándole en la cabeza hasta que la muerte venga y te libere de ese tormento insoportable?

Y lo peor de todo es que la gente va a pensar que Jamie se suicidó porque era gay, cuando el verdadero motivo fue la discriminación y los acosos que sufría por serlo. NO CONFUNDAMOS.

No dejo de ver el video y no puedo creer que Jamie no exista más, que no vaya a cantar más, que sus acosadores siguen vivos y él no, que no vaya a subir más covers de canciones pop a su canal de Youtube.

El canal de Jamie se llama CatchMeBlondie y sigue online. No dejan de llegarle mensajes de afecto y tristeza por su partida.

En el colegio yo tenía un compañero que molestaba a una compañera porque era gordita (muy bonita de cara, pero gordita). La chica llegó hasta las automutilaciones. A mí el pibe me molestaba porque ¡leía mucho y me gustaba Harry Potter! Claro, ¡había que encontrar algo de que burlarse! Qué es de ese chico, hoy ya un hombre... lo único que sé es que dejó su carrera en el CBC: es decir, no llegó a ingresar a la carrera. Mi ex-compañera ya terminó su terciario y está haciendo otro; yo tengo la mitad de una de mis carreras hecha y pronto tres novelas publicadas. El que ríe último...

Estas cosas que últimamente pasan más seguido, estos suicidios de niños inocentes en manos de los resabios que ha vomitado la religión para mantenerse firme en un lugar que no le corresponde... estas cosas me llenan de dolor, rabia... y al mismo tiempo, fortaleza. Lloro por el suicidio de Jamie, de Carlitos, de Jamey, de Ashlynn (cada vez que escribo la palabra "muerte" me obligo a borrarla, porque es una palabra demasiado banal, demasiado generalizadora... Y, ahora que lo pienso, la palabra "suicidio" tampoco me convence... digamos que preferiría hablar de homicidio culposo con dolo eventual)... Los asesinatos de estos chicos son el motivo por el cual nació Bajo el arcoíris y el motivo por el que vamos a comenzar a trabajar en una recopilación que se llamará "Luchemos contra el acoso escolar".

Voy a solicitar la ayuda de blogs y foros, y seguramente habrá gente que no va a contestar mi correo, como siempre. Se multiplican las campañas insulsas como "Lee 50 libros con tapas rosadas" o "lee 15 libros cuyas protagonistas tengan mascota" y en muy pocos blogs juveniles veo iniciativas realmente valiosas. No quiero atacar a nadie, pero observo en la juventud lectora muy poco compromiso, muy poco interés en este mundo podrido que se nos está yendo por el inodoro.

Bajo el arcoíris no es una multinacional; no tenemos dinero para imprimir nuestros libros infantiles en China, ni para enviar ejemplares a cambio de reseñas, ni para ofrecer enormes lotes para concursos y/sorteos. Solo tenemos un terrible y desaforado afán por cambiar un poco el mundo en que vivimos, un mundo que no nos gusta, que se lleva vidas inocentes como las de Jamie y tantos más.



Jamey Rodemeyer (EE.UU.), 14 años. Víctima del acoso homofóbico



Ashlynn Conner (EE.UU.), 10 años. Se suicidó porque la trataban de "marimacho"



Carlos Nicolás Agüero (Argentina), 17 años. Víctima del acoso homofóbico


CAPANDRES