martes, agosto 30, 2011

Y EL FINAL AL FIN LLEGÓ


Para todos aquello seguidores de la saga y del poterverso, el mes pasado vimos el final de la serie en pantalla grande y con todos los lujos y malabares pirotécnicos y Holliwoodense. Sin embargo, quedó un desazón en la boca y nadie parece saber porqué.

Lo cierto del asunto, es que la saga de J.K Rowling en los libros siempre maravilló más al lector; la historia no era completamente lineal, sino en cambio, una aventura llena de clases, recetas, pociones, peleas y Quidditch. Eso siempre fue lo maravilloso de los libros, esa cantidad de pistas que encontrabas aquí y allá y al final se armaban y tenían sentido. En las películas sin embargo, no fue así. Al menos no de la misma manera o con la misma claridad.

Las películas optaron debido al tiempo y el presupuesto a trasquilar aquí y allá, a tratar que el viaje fuese ligero e interesante para aquellos que no conocieron aquel mundo por cuenta propia. Y esto resultó la mayoría de las veces. Los trasquilados se notaron en mayor medida en “Harry Potter y el Cáliz de Fuego” que si he de ser honesto, no supe como se solucionó todo, ni siquiera yo, quien habiendo leído el libro me pareció forzado que todo se solucionase por una simple mueca. ¿Alguien más pensó que fue una salida fácil?

Pero fueron males necesarios. Si se adaptaran lo libros al pie de la letra seguramente durarían más de tres horas, y eso sin contar con el enredo que se pegarían los simples paisanos al confundirse con tantos personajes que poseen los libros y que en las películas solo son decenas. ¿Se imaginan como hubiesen sido las cenas en la casa de los Wesley con todos los personajes presentes? Sería más enredado pero sin lugar a dudas más divertido.

Pero las adaptaciones fueron la mayoría de las veces correctas.

Recuerdo como el vilipendiado quinto libro, con sus eternas ochocientas páginas, se convirtió en una de las películas mejor adaptadas, al menos desde mi perspectiva. Porque siendo honesto, fue una de las mejores batallas que he visto, y no me cansó de verla una y otra vez cada vez que me la encuentro en la tele. Sin embargo, es aquí donde pensamos, el libro tiene que ser totalmente bueno (Recuerden que en el quinto libro Harry llega a Hogwarts pasadas las doscientas páginas después de estar matando bichos en la casa de Sirius) para que la película lo sea, o es cuestión de suerte, presupuesto y la magia del director de turno. ¿Quien sabe?

Pero lo cierto es que el final, el epílogo de una saga que será siempre recordada, (¿Quizás como el Señor de los Anillos?) no resultó tan impactante como esperábamos. Y allí reside la pregunta acerca si era realmente necesaria dividirla en dos partes, cuando libros como el quinto, más largos, fue perfectamente adaptable a los tiempos de una película. Entonces recordamos el dinero invertido, los interese de la Warner, la pega que tiene el cine 3D y pensamos… ¿Fue todo fríamente calculado para sacarnos más plata ahora que se moría la saga?

Claro que lo fue y si no, que lo digan quienes fuimos a ver la conclusión en 3D y ahora sólo perdura en nuestra memoria dos o tres imágenes interesantes. Harry Potter y las reliquias de la Muerte no fue filmada en formato 3D y se nota a leguas. Pero la plata es la que manda y por algo es la que más recaudación alcanzó de la saga.

En cuanto a la película en si misma, se notó cansada, no se sintió el agobio y stress que se siente en el libro y además, cuando ocurrían sucesos trágicos, como el ataque de Voldemor a la escuela, salen con frases chistosas y de cajón.

MCGonnagal después de despetar el ejercito de piedra: ¡Siempre quise hacer esto!

Uno llora leyendo el libro, llora cuando matan a Snape, así lo hayas odiado desde siempre, uno siente la muerte de Fred, de Lupin y Tonks. Esas son sensaciones que no se sintieron en la película, donde al final se sabe que Harry gana, pero no se sabe a costa de que. Creo que la única muerte que en realidad pudo alcanzar a sentirse fue la del pobre Dobby. Pero no alcanzó para el impacto del final.

La saga terminó, y tal vez cuando ya este muy viejo, vuelvan a reencaucharla, y uno recuerde, que al final de todo, lo que uno no sabía y nunca le dijeron era que Voldemor era un vampiro y por eso murió como tal.

CAPANDRES

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buena critica. Yo hubiera cambiado de director alguien menos practico y mas artista, Tim burton me hubiera parecido genial